Argentina: Retos de Seguridad y Respuesta del Gobierno

Argentina se enfrenta a una profunda crisis económica y a graves problemas de seguridad. Entre ellos, la utilización del país como zona de tránsito para el tráfico de drogas, incluida la cocaína procedente de Bolivia y Perú con destino a Europa, y la marihuana originaria de Paraguay. Estas actividades delictivas han provocado violentas luchas entre grupos por las rutas de transporte en centros logísticos como Rosario. El país también se enfrenta a los efectos secundarios de dicho narcotráfico, como la adición al subproducto de la cocaína “paco”, la nueva droga sintética “Tussi” y un creciente problema de consumo de fentanilo, así como a la inseguridad ciudadana acelerada por el aumento de las tasas de pobreza y desempleo. Además, Argentina afronta posibles amenazas terroristas por parte de Hezbolá Islámico y, en menor medida, del grupo marginal indígena Resistencia Ancestral Mapuche (RAM). Y combate el agotamiento de los recursos marítimos ocasionada por la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR). Adicionalmente, las fuerzas de seguridad deben proporcionar apoyo logístico y de otro tipo al Sector Antártico Argentino, de importancia estratégica, y a la reclamación de las Malvinas, consagrada constitucionalmente, y deben considerar la posible explotación en tiempos de guerra del territorio argentino, a través del acceso por China a instalaciones espaciales y marítimas de doble uso. A la hora de abordar los retos en materia de seguridad, el nuevo gobierno libertario de Javier Milei ha nombrado a un ministro de Seguridad Nacional con experiencia y a un ministro de Defensa capaz. Juntos, compensarán una generación de infrafinanciación y limitaciones del papel de las Fuerzas Armadas que se generaron durante la gestión de gobiernos peronistas anteriores, a pesar de la actual crisis presupuestaria. En materia de seguridad, como en otros asuntos, el gobierno de Milei se ha alejado del coqueteo con la República Popular China (RPC) en materia de adquisiciones de defensa y otros compromisos, y está trabajando estrechamente con Estados Unidos (EE. UU.) y otros aliados occidentales para conseguir nuevos sistemas y capacidades, y ampliar la cooperación en lo que respecta a la seguridad.